"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces...¿para qué sirve la utopía? La utopía sirve para eso, para caminar."

martes, 29 de julio de 2014

El mejor error de tu vida.

Sleeping forest, by Phons08194 on deviantart.com

   Todas las catástrofes naturales llevan tu nombre. Eres tsunami en la bañera, terremoto en la cama, devoradora de tiempos y espacios que, creía, me pertenecían. Pero con las canas te das cuenta de que nada es real, si no es compartido.

   Cómo quieres que le eche un pulso al corazón, si lo aceleras, y las curvas de tus caderas marcan que debo ir a sesenta? Tus ojos marrón tierra pueden hacer un infierno de un día de invierno, de un día como hoy, que no es un día cualquiera. 

    Lo peor de todo es que soy consciente de que nada de lo que escriba se podrá comparar con las palabras que me arrancas. Nuestro tiempo entre posturas  sigue dejando huellas en la arena, sin freno ni miedo a lo desconocido, porque cómo puedo conocerte sin saber cómo te haces llamas?

   Tú no elegiste vivir. Pero a ti te eligieron para que lo hicieras.

   Yo, por mi parte, te invito a mi cama y a otra canción. Y te prometo que seré el mejor error de tu vida. 


martes, 22 de julio de 2014

Nos buscábamos con tantas ganas....


ICO, by 12Jen

   Nos buscábamos con tantas ganas que nos acojonaba encontrarnos.

   De entre todos los remedios, supe que emborracharse para no verte era el peor porque al final te apareces por partida doble. Te sano y te siento, te propongo y te tengo que posponer, te miro y no te veo, te oigo pero no te escucho, te escribo... pero no me lees.

   Te busco con el color de tu nacimiento, a la sombra de tu sombra, donde la luz se arrodilla; y te nombro pero no me entiendes porque no me sale la voz.
Para sangrarte te pienso, y tras el golpe queda un vacío  que comulga en ola sorda, donde ni yo me escucho. Me quedo callado y sobrevivo a tu eco, que me dicta las coordenadas de mi próximo naufragio.

   Después de todo, no ahogarse debe ser la calma de los dioses. Yo, sin embargo, prefiero ser serpiente para mudarte la piel, y gato, para morirme siete veces. Porque creer que conoces la inmensidad del mar por haberlo visto en las postales es lo mismo que estar muerto.

P.D: para una completa experiencia, leer mientras se escucha, sentir mientras se piensa.


miércoles, 9 de julio de 2014

Ese joven austriaco.

Hay momentos en la vida en que lo que seremos se separa diametralmente de lo que pudimos haber sido. Como si nos desdoblásemos en dos yos, y avanzásemos espalda contra espalda, uno hacia el sol que nace, y otro hacia el sol que muere.

Esto mismo debió pasarle a un joven austriaco entre los años 1907 y 1908.
Quizá hoy sus frescos colgarían de un museo cualquiera, pero la Historia le tenía reservada plaza en una escuela  que no era la de Bellas Artes de Viena.
Andaba presuroso por las calles, y llegó sudando ante el tribunal que iba a juzgar sus dotes artísticas.
"Ineptitud para la pintura", pero le recomendaron dedicarse a la arquitectura.

Y eso hizo.

Edificó la mayor masacre de la historia reciente de Europa, levantó su nombre entre cadáveres que no podían gritar y firmó con rojo cadmio sobre cada puerta, para que la muerte visitase las vidas que guardaban.

Ese joven austriaco se llamaba Adolf Hitler.