¿Dudas? Claro que tengo dudas. ¿Cómo no tenerlas? Dudo de mí, dudo de los contratos, dudo que los buenos vayan siempre a vencer a los malos. Dudo de los feos, dudo de los guapos, dudo incluso de mi pelo y de mis dos manos. Pero la incertidumbre no es mala, si al final no te queda otra que tirar hacia algún lado, tras la roja alfombra del tiempo que conduce a paraísos inexplorados.
No sé si soy normal, no sé qué es ser raro. Sólo sé que estoy vivo, y que llevo mi patria en mis zapatos.
Como siempre, me encanta. Escribes bonito y muy claro, hay frescura en tus reflexiones. Un abrazo.
ResponderEliminarComo siempre, me encanta. Escribes bonito y muy claro, hay frescura en tus reflexiones. Un abrazo.
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