"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces...¿para qué sirve la utopía? La utopía sirve para eso, para caminar."

sábado, 26 de abril de 2014

Un velero que se escribe en libertad.



"Yo nací y crecí bajo las estrellas de la Cruz del Sur. Vaya donde vaya ellas me persiguen. Bajo la cruz del sur, cruz de fulgores, yo voy viviendo las estaciones de mi suerte.

No tengo ningún dios. Si lo tuviera, le pediría que no me deje llegar a la muerte: no todavía. Mucho me falta andar. Hay lunas a las que todavía no ladré y soles en los que todavía no me incendié. Todavía no me sumergí en todos los mares de este mundo, que dicen que son siete, ni en todos los ríos del Paraíso, que dicen que son cuatro.

En Montevideo, hay un niño que explica:


- Yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre."

Eduardo Galeano.




No se acaba con la primavera por cortar una flor, ni sirven las espadas para acabar con su aroma.

De la misma forma, hay guitarras que disparan sin balas por todos aquellos que tienen cosas que no guarda la banca y que al dar se multiplican; o leo sí en tus pestañas cuando cierras los ojos, o yo que sé, tu vientre es el jardín inmaculado de mis conquistas. 

Es bueno tener cuidado con las cosas que haces, pero hay que ser más cauteloso con aquellas que no haces.

Todos tenemos en la parte de delante un marinero, a cargo de un velero que se escribe en libertad. 

 

Imagen: "Freedom", de gyaban en www.deviantart.com



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